Diario de Manolo Fortuny (17 de agosto al 11 de septiembre 2020)

  Kyabé 17-08-20 (lunes)

Queridos todos:

Por fin han llegado hoy los medicamentos antiepilépticos que hace meses se encargaron a Medeor (Alemania) Esta vez el transporte de los mismos ha sido más complicado que nunca; por el tema de supresión de vuelos y por el endurecimiento del control aduanero, que nos ha obligado a hacer nuestro pedido en colaboración con el gran pedido que realiza el hospital de Goundi. Nuestros enfermos epilépticos ya pueden volver a hacer vida normal: han tenido que esperar tres meses, los que no podían buscar medicamentos en otro lado.

Kyabé 18-08-20 (martes)

Un amigo me ha enseñado un video horroroso que ha tenido una importantísima repercusión política y por supuesto de relación humana en el conjunto del país. Parece ser que un coronel de la etnia presidencial, los zakawa, mató de un pistoletazo a un mecánico que le exigía el pago de una factura de arreglo del coche. La reacción popular fue más rápida que la de la policía y lo masacraron en plena calle, rodeado de gente, a golpes de cadena de moto.  Como el uso del WhatsApp está ya muy extendido, un particular filmó a sangre fría la larga tortura y muerte del coronel. Este video se difundió rápidamente por todo el país, y en respuesta a dicha barbaridad, el gobierno clausuró de golpe toda comunicación por WhatsApp, que aquí funciona a través de las dos grandes compañías telefónicas. Total, que el país, desde hace una semana está bloqueado en su comunicación por internet. Solamente aquellos que tenemos una antena propia, podemos comunicarnos por internet. Hoy estaba de paso por aquí, el coche del hospital de Koutougueré, y el secretario de Gherardi, el amigo Prosper, se ha instalado bajo el tejadillo de casa de nuestro recibidor, durante varias horas. Me decía con su pantalla del portátil en mano: “Sois unos privilegiados los de esta casa, que podéis tener comunicación por internet durante todo el día. En ningún otro sitio puedo comunicarme como desde aquí”.

Kyabé 19-09-20 (jueves)

Desde hace días el compañero Erbi piensa en la necesidad de crear iniciativas de autofinanciación para el nuevo colegio. Ha invertido un pequeño fondo que había, en construir un gallinero y un pequeño huerto para dar salida a sus productos en el mercado local. Ya nos está haciendo propaganda para que, dentro de varios meses, compremos lo que necesitamos para la cocina de casa, en dicho mini proyecto. Lástima que no pueda abrirse también al mercado europeo.

Kyabé 21-08-20 (viernes)

En la visita de la tarde de los viernes a Tatemoë, me he dado cuenta de que en la mesita en torno a la cual comíamos los adultos, había llegado solamente una “boule”.  Solamente hemos tenido opción a dar algunos pocos pellizcos a la pasta. Luego me he dado cuenta de que en realidad cada uno de los adultos había comido ya en su casita, y aquello no era más que una comida de compromiso.

Mientras ceno observo que las espigas de sorgo que crecen a varios metros de donde comemos están cubiertas por una envoltura de hojas de la misma planta. Nestor, el autor de esta tradicional técnica protectora me dice que están madurando ya estas espigas primerizas y los pájaros se dedican a destruir el fruto. Mientras acaban de madurar, aunque sea por una semana, se protegerá una buena parte de las espigas.

Kyabé 22-08-20 (sábado)

Hoy, en el poblado de Tamandi, había una celebración pensada hace muchos meses. Varios de los miembros de la comunidad habían quedado apartados de la responsabilidad de la comunidad por aceptar que una hija de la familia pasase por la mutilación genital en las campañas de los últimos años. La celebración había sido cuidadosamente preparada por Koundi Félix, por Melanie, y por Pierre Mandei. Se trataba de reconocer individualmente, pero ante la comunidad, el error cometido con promesa de evitarlo en el futuro. Habían firmado este compromiso unas 80 personas, hacía ahora dos años. Yo veía que había invitados de otras comunidades, y Makimeré Pascal, de Guila Gonderé, ha manifestado que querrían hacer lo mismo en su comunidad: una alegría para nosotros.

La nueva capilla construida con materiales muy sencillos ha podido resguardarnos del tormentón que ha caído durante toda la mañana. Al llegar a Kyabé, Jean Ngabó me ha comunicado que en Tatemoë han caído 66 litros por m2.

 Kyabé 25-08-20 (martes)

La lluvia nos hacía temer por el éxito de la aventura que nos habíamos propuesto

 para hoy: ir al bosquecillo de la casa de retiros de “les Rôniers”, en las afueras de Sarh, a buscar 200 arbolitos de la especie “Nîme”, con una altura de algo más de un metro, que curiosamente crecen en aquel bosquecillo en el que los árboles adultos no son de dicha especie. Resulta que los árboles adultos acogen al anochecer a los pájaros que llegan volando con las semillas de “Nime”, recubiertas con una envoltura dulce, y con el tiempo, las semillas peladas y caídas al suelo han hecho aparecer una enorme cantidad de arbolitos que, si se dejan crecer, el bosquecillo será intransitable en pocos años. El “Nime” es un árbol muy resistente a la sequía, y de buena sombra, muy apto para lugares donde la gente organiza encuentros. El responsable de “les Roniers” accede con mucho gusto a dejarnos recoger estos arbolitos, y nosotros aceptamos encantados su oferta.

Kyabé 26-08-20 (miércoles)

Jean Ngabó me comenta con preocupación la cantidad de agua caída en las tres últimas precipitaciones de los cuatro últimos días: 66 litros, 76, y 60 ayer. Me dice que el agua del río está invadiendo terrenos cercanos. El agua está a sólo 50 metros de la valla de Tatemoë.

Hoy ha llegado Koubia una joven monja nacida en Kyabé, actualmente vive en la comunidad de Goré, al sur del Chad. Es una mujer muy intrépida. Ella sola ha hecho el viaje de Goré a Kyabé pasando por Sarh. Me cuesta creerla, porque hay que ver los problemas que ha tenido por aparcar en el aparcamiento de casa. Bueno, pues Koubia, con estos pelos (bueno no, que los lleva cubiertos con la toca de monja) ha sido enviada por Paola Neloumpta, la Provincial chadiana, para intentar comprar un terreno de 10 hectáreas en los alrededores de Kyabé. Para mí es una gran noticia, pues si bien no podrán comenzar todavía con una comunidad de religiosas en Kyabé (no tienen todavía gente a quien mandar) y por tanto tampoco podrán abrir el hogar de chicas el curso que viene, pero al menos este gesto muestra bien claro que pretenden venir a Kyabé para dentro de un año y quedarse. Este terreno sería para obtener de él una buena rentabilidad agrícola, para el autofinanciamiento de dicha comunidad. Al atardecer, encuentro a Koubia: está satisfecha de su gestión hecha ante el alcalde y el jefe de Cantón de Kyabé a quienes ha solicitado la atribución de un terreno comunal de 10 hectáreas que en adelante pasaría a ser propiedad de su congregación. La negociación ha sido muy a la chadiana: una presentación muy amigable con el nuevo alcalde, una explicación por parte de Koubia del propósito de dicha compra de terreno que supondrá que dichas mojas trabajarán en Kyabé en el futuro, lo que mucha gente de Kyabé pedía desde hace tiempo, y por fin han pasado a la cuestión económica. El alcalde pedía 100.000 F CFA (152 €) por hectárea, Koubia ha dicho que imposible que así no pueden obtener el terreno. El alcalde ha bajado a 50.000, pero ella se ha mantenido totalmente opuesta. Por fin el alcalde dice: “¿cuánto podéis pagar por Ha?” Ella ha contestado, muy resuelta: “10.000 (15.2 €) por Ha” “Trato hecho ha dicho el alcalde” Han ido al despacho de la alcaldía y han firmado y sellado el contrato, cuya copia trae en la mano.  Mañana por la mañana regresa a Goré. ¡Increíble!

Kyabé 27-08-20 (jueves)

Mi amigo Koundi Félix, gran líder popular en el sector Rindjé ha sido de nuevo amenazado por un grupo de matones de su pueblo. No pueden soportar que un hombre tan honesto y apreciado por la gente sencilla, con su autoridad moral, estorbe los planes abusivos de este grupo, que quiere retomar un terreno que fue donado por el jefe del pueblo a la comunidad de Tamandi. Resulta que el jefe de pueblo es familia de algunos del grupo de matones y no se atreve a plantarles cara. Han zarandeado públicamente a Koundi Félix y le han asegurado que si no sale del pueblo lo pueden eliminar. Impresiona mucho la indefensión de hombres como él, que llegado el momento de mayor tensión se encuentran solos, pues la gente tiene miedo de esos matones, y se inhibe. ¿Quién puede resolver un conflicto así en una zona rural y pobre? ¡Nadie!

Kyabé 29-08-20 (sábado)

Brahim el mecánico de Sarh ha venido para la revisión quincenal del mantenimiento de nuestros dos coches. Cada dos semanas, especialmente en el coche viejo, hay alguna pieza importante que necesita ser cambiada, y como siempre en el telefonazo que se hace al proveedor de Sarh o de N’Djamena tenemos que pronunciarnos si la reponemos con una pieza de ocasión, es decir utilizada por otro coche que ha sido desguazado o la queremos completamente nueva: el precio llega a diferenciarse en un 50% una de otra. En este caso, aun utilizando piezas de ocasión, el coste de la intervención se ha puesto en 284.000 F CFA (433 €), una barbaridad. En Kyabé no tenemos un mecánico con la experiencia de Brahim, y no nos queda otro remedio que hacerlo venir desde Sarh cada 15 días. Si un día salen buenos profesionales de nuestro Instituto politécnico, la situación podrá cambiar.

Kyabé 2-09-20 (miércoles)

La dulce siesta de hoy ha concluido de forma precipitada, al sentir muy cerca la descarga eléctrica de varios rayos que por temor a malas consecuencias para la instalación fotovoltaica me han hecho correr para desconectar todos los mandos de la instalación. Intentaremos que no se repita la experiencia pasada de quedarnos sin conexión por un rayo que destruyó nuestra estación receptora, y nos dejó sin comunicación con el exterior durante tres meses.

Kyabé 3-09-20 (jueves)

El abuelo Gherardi ha pasado de nuevo por casa, camino del hospital de Koutougueré.

Entra al comedor para beber su vaso de agua y ponerse a contar, y contar. Tiene especial atracción por comentar las noticias truculentas de última hora. Un joven médico chadiano le ha comentado que en el complejo petrolífero de Bousso, gestionado por los chinos, a mitad de camino entre N’Djamena y Sarh, de pronto han aparecido 15 casos de covid-19. Por lo visto los chinos tienen facilidades para saltarse los controles que otros no pueden saltarse. La alarma ha cundido cuando este descubrimiento se ha realizado algo tarde, cuando los chóferes de los camiones y contenedores que traían material, han contactado con la gente de la zona y además se habían dispersado ya. Veremos que hacen las autoridades sanitarias, si pueden aislar este foco de epidemia, y mantener el sur del país libre del virus. De momento me he quedado bastante inquieto. Veremos qué pasa en los próximos días, y si logran aislar este foco.

Kyabé 4-09-20 (viernes)

Otro susto al regresar de mi hora de marcha matutina. Al entrar en casa lo primero que hago es llamar al perro de casa y atarlo para que no nos cause ningún problema con las visitas. Hoy al ir a atarlo, se había metido dentro de la casita que le hicimos con maderas. Como no quería salir, le he pillado una pata para acercarlo a la cadena, se ha sentido molesto, y me ha mordido en la mano derecha de manera espectacular. La hemorragia ha sido importante y cuando he podido levantarme del suelo he ido a mi cuarto para lavarme la mano. Pero mi irremediable afición por la fotografía, ya que tenía la cámara encima mi mesa, me ha llevado a disparar le cámara con la mano izquierda. Tenía gasas y alcohol y he podido hacerme la cura antes de ver a los compañeros, que se han dedicado a fregar las manchas de un rojo vivo a la puerta de mi cuarto.  En el hospital me han preguntado si el perro era de casa o venia de fuera. Yo he contestado con toda tranquilidad diciendo que es el guardián de casa y le doy de comer todos los días, para quitar de la cabeza al médico y enfermeros que se tratase de un perro rabioso.

De todas maneras, al llegar a casa he llamado a nuestro amigo Alexis, el veterinario, para que viniese a ver al animal. Lo miraba y remiraba y no tenía claro el diagnóstico del perro. Nos ha dicho que lo mantengamos atado una semana en observación. Si muere es que tenía la rabia. Me he alarmado un poco y le he preguntado si sería bueno, y por prevención, empezar el tratamiento con el suero antirrábico. Me ha dicho que sería lo mejor. En el hospital de Kyabé no tienen dicho suero, pero de momento me han puesto la antitetánica. Como Hassan estaba en nuestra casa para arreglar la bomba solar de Tatemoë, ha comenzado a movilizar a los conocidos sanitarios de Sarh. En la primera farmacia le han dado el precio de 85.000 F CFA (132 €) por el tratamiento completo en cinco dosis. Ha contactado con un amigo que trabaja en la distribución de medicamentos a las farmacias y le ha dado el precio de 32.000 F CFA.  Evidentemente, le ha dicho que mande una dosis completa, en uno de los coches del mercado. A las tres horas tenía el medicamento en casa en una neverita portátil, la que llevan los agentes sanitarios en las campañas de vacunación. En el hospital me han inyectado la primera dosis. Dentro de tres días, me pondrán la segunda.

Kyabé 5-09-20 (sábado)

El perro está atado en la cadena de siempre, y aparentemente tranquilo. El compañero Bob le ha llevado comida y no ha querido saber nada de ella. Lo que más nos ha mosqueado es que al acercarse ha intentado morderle. Que lo sigamos observando nos dice Alexis.

Kyabé 6-09-20 (domingo)

 El perro, seguía sin comer ni beber nada esta mañana al salir hacia Kotongoró, en donde se celebraba hoy la división de nuestra parroquia de Kyabé: los seis sectores rurales del oeste de Kyabé, Korowolo, Kotongoró, Mará, Sime, Bolí y Baltoubay quedaban separados de la parroquia de Kyabé para reunirse en torno a una unidad eclesial menor, lo que aquí llaman un vicariato para ir creando la estructura y el funcionamiento de una nueva parroquia, en el futuro, bajo la batuta de José, un joven cura que vive en el Seminario de Sarh. Con ello la parroquia de Kyabé queda con dos terceras partes del territorio que antes abarcaba. Muchos recuerdos quedan entre la gente, que ahora se organizarán de otra manera y seguro que mejor, pues era muy difícil atenderlos mínimamente. Dirigía la celebración Miguel Angel Sebastián, el aragonés obispo de Sarh que es quien más ha apoyado esta división de sectores rurales.

Kyabé 7-09-20 (lunes)

Siete horas de lluvia, son agobiantes ya. En Tatemoë tenemos miedo de que las hectáreas de cacahuete queden inundadas, y eso supondría una pérdida enorme. Faltan 7 días para empezar la cosecha. A ver…

Kyabé 8-09-20 (martes)

Llega Hassan a Kyabé, para intentar arreglar la bomba solar de Tatemoë. La única manera de ir hasta allí es montándose, de paquete, en la moto de Jean Ngabo que viene a buscarlo. El viaje de 7 km hasta Tatemoë es toda una aventura, buscando los senderos que menos agua retienen. En algunos tramos, los peatones andan con el agua hasta la rodilla. Después de un atento examen de la bomba y su cuadro eléctrico, Hassan ve que hay una pieza del cuadro que necesita ser reemplazada, y por tanto hay que pedirla a Lérida. Menos mal que en este momento no necesitamos el agua ni para el abrevadero de los bueyes ni para el huerto. A ver si logramos que nos la manden antes del fin de la estación de lluvias.

Al regresar a casa, Hassan se acerca a nuestro perro Pipo que sigue sin comer ni beber.

Piensa que ha sido un acierto lo de comenzar con el tratamiento antirrábico.

Kyabé 11-09-20 (viernes)

Mi compañero Bob me da la noticia llamando suavemente a mi puerta: “Pipo ha muerto” Nuestro fiel guardián me mordió no por estar enfadado conmigo sino porque había contraído la rabia. Algunas mañanas antes de atarlo se daba un paseo por el barrio vecino, y algún otro perro debió morderle. Alexis el veterinario me aseguró que lo observáramos durante dos semanas, y si moría es que tenía la rabia: ha durado exactamente una semana. Yo me quedo muy agradecido de haber podido comenzar el tratamiento, pues la situación es ya clara. Anteayer me inyectaron la segunda dosis de suero antirrábico, y me encuentro muy bien. Hemos enterrado al pobre animal en un rincón de nuestro huerto. A ver si logramos encontrar otro perro tan buen guardián como él.  Un abrazo grande a todos:  Manolo