Kyabé 12-09-20 (sábado)
Queridos todos:
Nuestro gran grupo electrógeno de 8 KWA es el soporte imprescindible para nuestra instalación fotovoltaica. Cuando las nubes cierran el paso al sol en esta estación de lluvias, la carga de las baterías se resiente mucho y hay que poner en marcha el motor para recargarlas. Me he quedado muy inquieto esta mañana al ver que el motor no arrancaba. Brahim el mecánico, que estaba de paso por Kyabé ha hecho rápidamente el diagnóstico: la bomba del gasoil ha quedado obsoleta. Por teléfono ha contactado con un mecánico de Sarh y por la tarde la nueva bomba estaba en casa. He podido dormir tranquilo de nuevo.
Ya no oímos los ladridos de nuestro perro en la noche de nuestro patio. Desde que murió tengo que reconocer que tenemos una cierta inseguridad: la gran cualidad de nuestro guardián era de reconocernos a bastante distancia por el olfato. Para un perro con esta excelente cualidad, es imposible que un sigiloso ladrón pueda entrar a robar de noche en el patio. Tenemos que intentar encontrar un sustituto.
Kyabé 13-09-20 (domingo)
Por fin el sol ha aparecido y ha empezado a secar charcos. El éxito de la cosecha del cacahuete todavía es posible en Tatemoë. Estoy preparando maleta para tres días de ausencia. El obispo Miguel Angel nos ha convocado à Sarh a todos los responsables de parroquias para para hacer un balance del año y programar el siguiente.
Sarh 14-09-20 (lunes)
Erbi me lleva en coche hasta Sarh y ello nos da ocasión para comentar cantidad de detalles de nuestro trabajo. Aunque parezca mentira, vivimos juntos, pero no tenemos apenas tiempo para pequeños comentarios propios del alcahueteo doméstico: todos los días, después del desayuno se va al colegio y por la tarde cuando me levanto de la siesta está ya en el centro cultural.
En Balimba, un barrio de Sarh, tenía hora pedida para el dentista. Una mazorca de maíz hervida fugazmente, consiguió partir uno de mis molares, y he llegado al despacho del dentista Félix con la convicción de que era mejor arrancarlo. Pero ha juzgado que era más prudente hacer un arreglo en dos tiempos, que hoy ha iniciado con anestesia. Que vuelva dentro de 10 días. Mejor, si me lo salva, que a mi edad los maxilares se están despoblando que es una maravilla.
Sarh 15-09-20 (martes)
Nos hemos reunido unas 50 personas, entre las cuales estábamos solamente ya tres blancos. Tengo que reconocer que me he encontrado muy perdido en muchos momentos de las reflexiones tratadas sobre el trabajo de la diócesis. Mi sordera galopante, los temas tratados, tan poco habituales en mi vida diaria, y la evidente diferencia cultural, me han distraído durante muchas ocasiones con un cierto pesimismo, pensando que yo ya no estoy para decidir en estos temas de acción eclesial porque nunca me he encontrado cómodo en este ambiente, y menos ahora que voy notando la necesidad de ser sustituido por otro más joven y que pueda sacar más rendimiento de este tipo de reuniones, que por otro lado son enormemente complejas, pero para las que yo apenas me siento con capacidad de crear nada para el inmediato futuro.
Sarh 16-09-20 (miércoles)
Más de lo mismo en el día de hoy. De todas formas, la larga serie de intervenciones me ha servido para conocer a muchos de los curas jóvenes y la gran capacidad de muchos de ellos, de gestión y de reflexión. Quien más me ha sorprendido es la capacidad de Miguel Angel de seguir muy de cerca todos los asuntos tratados sin perder el hilo e interviniendo en muchas ocasiones. Es un hombre que ha hecho prácticamente toda su vida en el Chad, ha acumulado mucha experiencia, y desde una gran asimilación de la cultura local está siendo muy aceptado por todos.
Kyabé 17-09-20 (jueves)
Al regresar a Kyabé, Jean Ngabó me dice que han caído otros 46 l/m2. Si queremos cosechar los cacahuetes antes de que se pudran habrá que pedir ayuda a los vecinos, pues los cacahuetes hay que arrancarlos dentro del agua, y dejarlos a secar en lugares no inundados, para secarse al sol.
Kyabé 18-09-20 (viernes)
En una nota a mano dejada bajo mi puerta, el joven compañero Bob ha escrito la lista de prendas para vestir que necesita ahora: dos pares de pantalones, dos camisetas y un par de sandalias. Soy el cajero de casa. Ellos no tienen las posibilidades que tengo yo de regresar de España con ropa nueva, o de obtenerla al recibir un paquete.
Kyabé 19-09-20 (sábado)
¡Emile ha llegado por fin a Kyabé! Lo miro y remiro mientras le ofrezco una de las tres habitaciones preparadas: tiene derecho a elegir. Lo veo muy relajado, a pesar de la dura prueba de 16 horas de autocar, entre N’Djamena y Sarh, con zonas interminables de charcos y socavones. A su llegada al Chad le exigieron un confinamiento de 7 días en nuestra residencia en la capital.
Kyabé 20-09-20 (domingo)
Esta mañana me ha tocado presentarlo a la comunidad parroquial en la zoma de bancos de cemento, al aire libre. Micrófono en mano, le he hecho preguntas sobre pequeños datos que a la gente le gusta saber: de qué nacionalidad es, de dónde llega ahora, si es verdad que tiene una hermana gemela, etc. La gente seguía con gusto sus respuestas siempre acompañadas de su sencilla sonrisa. Al acabar se ha llevado un generoso aplauso. Ahora ya sólo nos queda esperar la llegada de Charles Danembe, chadiano, que llegará en noviembre.
Kyabé 22-09-20 (martes)
Desde hace varias semanas aparece por casa un ingeniero de caminos, de Benin, que trabaja en la empresa que abre la carretera desde Kyabé hacia el este, hasta Amtimam. Como ya os comenté, el gobierno ha clausurado toda comunicación por Internet, debido al asesinato del coronel zakawa, y Michel, el ingeniero, no dispone de medios para comunicarse con sus jefes: viene a casa debido a que nosotros por tener una antena privada, sí tenemos comunicación por internet. Me pidió el pas-word de nuestra antena y le dije que no podíamos dárselo, que si quería enviar un mensaje, lo trajese redactado en una llave USB y yo lo mandaría a quien me dijese. Así lo ha venido haciendo y ayer, hablando con Erbi, se nos ocurrió que era la ocasión de pedirle que cuando una de sus grandes máquinas de obras públicas, esté libre, la traiga por Kyabé para que nos desbroce y nivele el terreno del campo de deportes del nuevo colegio. No ha puesto ninguna pega, y se ha mostrado muy dispuesto a hacernos este servicio. En su coche todo terreno nos ha acompañado con Erbi y Emile, para ver el terreno que desearíamos nos allane y nivele, y nos ha propuesto que dentro de unos 15 días podría venir con la máquina y un equipo de topógrafos para preparar el trabajo. Erbi y yo nos mirábamos de reojo, sin salir del asombro. Se han dado los diversos teléfonos y nos hemos despedido muy satisfechos.
Kyabé 23-09-20 (miércoles)
Las gallinas de nuestro patio siguen picoteando los lugares donde aparecen las termitas, que en realidad son los tronquitos y restos vegetales depositados en el suelo por el viento, a la vez que con Emile preparamos dos butacas en el patio para tener el primer intercambio de noticias y de impresiones desde su llegada. A las dos horas de sentada no habíamos hecho otra cosa que iniciar noticias, y comprobar la cantidad de temas que nos llegan a la mente por compartir, sin poder concretar todavía casi nada. Tendremos tiempo de organizarnos para abordar a dúo y entre todos los de casa, las reflexiones sobre el trabajo que nos espera.
Kyabé 24-09-20 (jueves)
El dentista que me hizo el arreglo en su despacho de Balimba trabaja muchas mañanas en el hospital general de Sarh. Allí he acudido a las 9 de la mañana para hacerme el último apaño en la muela que me salvó el otro día. Lo he pensado varias veces mientras me reparaba la muela: en estas condiciones higiénicas con las que ahora trabaja, si el covid-19 llega a Sarh será imposible hacer este trabajo tan necesario. La espada de Damocles del covid la tenemos encima, y creo que la población es muy inconsciente de ello. Según palabras de una persona a quien aprecio mucho, parece que más bien las autoridades de este país están algo decepcionadas porque la epidemia no se ha propagado con rapidez y con fuerza, y por tanto no se pueden repartir el dinero de las ayudas exteriores que llegarán si la epidemia nos invade. Es una afirmación muy sádica, que prefiero dejarla a un lado.
Kyabé 25-09-20 (viernes)
Nos llega desde Bolí la triste noticia de la muerte de Taleba, el hijo mayor de mis grandes amigos Njony y Mboutou-Koë. Hace tres años se alistó en el ejército del país, y ha vivido misiones muy arriesgadas. La última, hace unas tres semanas, en las cercanías del lago Chad en donde el vehículo militar en el que viajaba saltó por los aires con una mina puesta por Bokou-Aram. Debió morir en el acto. Es extraño este atentado tan aislado, en un momento en que dicho grupo armado apenas se dejaba ver. Me acuerdo de la decepción que sus padres tuvieron cuando decidió alistarse en el ejército, pero poco a poco fueron aceptándolo, especialmente cuando le concedían unos días de permiso para visitar a la familia. El año pasado cuando fue a su pueblo les hizo un buen regalo a sus padres Njony y Mboutou-Koë: 250.000 F CFA y una carreta con un par de bueyes, que muy pocos poseen en Bolí. Tengo ganas de ir a verlos, pero la carretera a Bolí está imposible todavía. Os deseo lo mejor, especialmente que, en esta ensalada de alegrías y decepciones de la vida, siempre sigamos teniendo la querencia por la vida. Un gran abrazo: Manolo.