Estamos en la ciudad de Kyabé, donde varias personas se han movilizado para luchar contra este mal, que atenta contra esta sociedad, al que solemos llamar aquí “la mutilación genital de las chicas jóvenes” Decidimos conocer a una persona que está profundamente y personalmente involucrada en esta lucha, para que pueda compartir su experiencia con nosotros. Esa persona es Mélanie.
Yo: ¡Hola Mélanie!
Mélanie: ¡Hola!
Yo: ¿Como estás?
Mélanie: Estoy bien.
Yo: Estamos muy contentos de que acceda a reunirse con nosotros. Tenemos algunas preguntas para ti sobre tu lucha contra la mutilación genital de niñas. Pero primero nos gustaría que te presentaras un poco. ¿Quién es Mélanie?
Mélanie: Gracias. Respondo al nombre de NANGA MELANIE. Soy responsable del Grupo de “Niñas Integras” que luchan contra la mutilación genital. Estoy casada, soy madre de 8 hijos, incluida una hija.
Yo: ¿Cuándo empezaste a involucrarte en la lucha contra la mutilación?
Mélanie: Me involucré en esta lucha en 2012. Pero el primer encuentro de chicas del Departamento de Lac- Iro para hablar sobre este tema tuvo lugar en N’Dingambo en 2018.
Yo: ¿Qué te motivó a hacerlo?
Es la pena ante el destino de las jóvenes que mueren como resultado de esta práctica lo que motivó mi compromiso. El desconocimiento de algunos padres ante las consecuencias de este mal ha generado la necesidad de que las niñas se capaciten en este tema.
Yo: Nos acabas de decir que iniciaste esta lucha desde 2012 y que en 2018, incluso tuviste la oportunidad de organizar un encuentro de formación con chicas jóvenes. ¿Cómo explicas entonces que esta mutilación de niñas jóvenes todavía continúe en la zona de Kyabé?
Mélanie: El fenómeno de la mutilación de niñas había bajado mucho a partir de 2015 pero con la llegada de la pandemia en 2020, y el confinamiento que esto significó, los autores de estos hechos aprovecharon esta oportunidad para retomar el servicio.
Yo: ¡oh! es una pena. ¿Piensas volver a luchar contra esta practica?
Mélanie: Sí, pienso que la lucha nunca se ha parado de forma definitiva
Yo: ¿Con quién estás comprometido en esta lucha?
Mélanie: Primero me involucré en esta lucha colaborando con un hombre de la ciudad, un hombre sensible a la crueldad de este fenómeno, el señor Mandey Pierre. Más tarde, sensibilizamos a las comunidades aledañas a los pueblos pidiéndoles que nos mandaran a dos mujeres voluntarias que trabajarían con nosotros en esta lucha.
Yo: ¿Cuál puede considerar su mayor logro en esta lucha aquí en Kyabé?
Nuestro principal éxito en esta lucha sigue siendo el encuentro de N’Dingambo, un encuentro de formación de varios días, en el que participaron varios jóvenes de los pueblos aledaños, 153 niñas para ser precisos. Este encuentro tuve un impacto grande sobre el rechazo de esta practica en el Departamento.
Yo: ¿Tienes el apoyo de las autoridades locales?
Mélanie: No, no recibimos ninguna ayuda o apoyo de las autoridades locales. Si este fuera el caso, esta práctica no podría haberse reanudado en 2020.
Yo: ¿Qué planes tienes en lo inmediato relacionado con esta lucha?
Mélanie: con respecto a esta lucha, decidimos retomar la sensibilización de líderes comunitarios, líderes tradicionales, padres y de las propias niñas sobre la crueldad de esta práctica.
Yo: ¿Qué apoyo necesitarías de Europa?
Mélanie: Necesitamos un lugar que pueda acoger y apoyar a los jóvenes que se niegan a dedicarse a esta práctica, y por tanto, son rechazado y abandonado por parte de sus familiares. A este se añade también, la necesidad de un medio de transporte para la sensibilización en los pueblos. Una ayuda de parte de Europa para conseguirlos seria de un gran apoyo.
Yo: ¿Crees que algún día terminará esta práctica que llamas criminal?
Mélanie: Sí, creo firmemente en ello. La prueba es que esta práctica había disminuido considerablemente antes de su reanudación con los confinamientos debido a la pandemia del Covid-19. Algunos padres actúan de forma muy consciente del peligro y rechazan dejar sus hijas ser victima esta practica. También, influidas por el dolor de no sentirse miembro del grupo de las jóvenes integras, jóvenes que rechazan esta practica, y también animadas por el deseo de pertenencia al mismo grupo, las niñas empiezan a oponerse a esta practica.
Yo: ¿Qué mensaje le gustaría dejar a estas jóvenes que son víctimas de esta práctica y a las mujeres que realizan esta práctica?
Mélanie: Pido a las chicas que rechazan esta practica porque supone un gran peligro por su vida. Alas mujeres responsables, los invito a dejar de esta practica porque cuando muere una mujer, es un pueblo entero que desaparece. En definitivo, invito a todos a comprometerse para poner fin a esta practica que pone en peligro las futuras generaciones. Muchas gracias.