Diario de Manolo Fortuny (27 de noviembre al 19 de diciembre)

Kyabé 27-11-20 (viernes)

Queridos todos:

Hoy he regresado a Kyabé después de pasar cuatro días recluido en la casa de formación que tienen en Sarh las monjas que se encargaban antes del hogar de chicas de Kyabé. Lo necesitaba. Una de ellas, Josianne, me había invitado y bien que lo he aprovechado: a mesa puesta, habitación bien preparada y silencio, lejos ya de los problemas de contabilidad perennes en mi habitación y de las llamadas a la puerta en nuestro patio de Kyabé. Una suerte que me gustaría poder repetir más adelante.

Kyabé 30-11-20 (lunes)

Con la llegada de Emile y de Charles a quien estamos esperando, se está dando un salto cualitativo en la gestión de nuestra casa y de nuestros proyectos. Hay que tener en cuenta que en el pasado viví durante 10 años prácticamente solo en nuestra casa de Kyabé. En aquellas circunstancias la gestión de la casa, era prácticamente de cuentas de bolsillo y sin tener que dar cuentas a nadie. Poco a poco nuestro grupo ha aumentado y los proyectos se han agrandado y multiplicado, y ha habido que repartir responsabilidades de administración, lo cual me creaba importantes problemas en la contabilidad. Emile ha llegado hace 4 meses, con ideas muy claras para llevar adelante un plan contable adecuado a nuestra nueva situación. Hoy nos ha presentado la situación económica de nuestra casa y la necesidad urgente de llevar un estricto plan contable para mantener nuestro proyecto de presencia en Kyabé donde conviviremos de forma inmediata 5 personas. Me ha dado mucha tranquilidad contar con Emile, pues tengo que reconocer que no estaba yo preparado para llevar adelante esta nave.

Kyabé 1-12-20 (martes)

Me preocupaba mucho el problema de rechazo que ha presentado la comunidad de Bolí al plan propuesto por Miguel Ángel Sebastián nuestro obispo en Sarh, de reestructurar el inmenso territorio de nuestra parroquia desgajando los 6 sectores del oeste para que sean acompañados desde Sarh y no desde nuestro equipo de Kyabé. Los de Bolí no aceptaban que el centro del nuevo vicariato se establezca en Kotongoró (mucho más al sur y más cerca de Sarh) y no en Bolí que era el centro geográfico de la zona desgajada de Kyabé.

Esta madrugada se han presentado en mi casa 5 representantes de la comunidad de Bolí, llegados en sus viejas bicicletas, después de recorrer los 65 km de caminos de tierra. Venían muy tensos por la situación que significaba una ruptura institucional y que esperaban contar conmigo para apoyar su rechazo, tan cargado de razones tribales, y afectivas de signo negativo con los pueblos del sur de su zona. La amistad que nos une desde hace años, me ha ayudado a objetivar la decisión de Miguel Ángel Sebastián con razones tan evidentes como las de que Bolí y sus pueblos cercanos viven aislados durante 4 meses por las lluvias y el barro, en cambio Kotongoró está mucho más cerca de Sarh y a solo 3 km de la carretera general asfaltada desde Sarh. Es verdad que todo ello supone el reconocer un condicionante tan serio como es el aislamiento de Bolí, que va a condicionar el desarrollo de la zona por tiempo indefinido. Es una verdad que conocen desde hace tiempo, pero que ahora esta reestructuración de la diócesis deja más al descubierto. Un joven de Bolí, que estudia en Kyabé, nos ha ayudado a hacer la traducción, ya que los parlamentarios llevan años sin utilizar el francés que aprendieron al pasar por Tatemoë. El diálogo ha ido bajando la tensión, y hemos acordado que escribirán a Miguel Ángel para proponerle un encuentro con bandera blanca en Bolí, al que me piden que asista. Les he dicho que si Miguel Ángel acepta ir a esta reunión reconciliadora en Bolí, y que ellos están dispuestos a dialogar con tranquilidad, yo aceptaré el acudir a dicho encuentro. Veremos cómo puede continuar el tema. Van a aprovechar la estancia de dos días más en Kyabé para hacer compras en el mercado y visitar a los familiares, especialmente estudiantes.

Kyabé 2-12-20 (miércoles)

Me resulta bastante absurdo que con el documento llamado “Procuration” para dar luz verde a la salida del contenedor de Duala, y que debía ser firmado por una autoridad civil de Kyabé, no nos acepten un escaneado del mismo que en unos minutos puede llegar al Camerún por internet: exigen que sea el documento original. La sub-Prefecta de Kyabé lo ha firmado y sellado esta mañana. He tenido que mandar el original a Sarh (100 km), pasarlo a un amigo que por suerte viajará a N’Djamena al día siguiente (900 Km). Este amigo deberá acudir cuanto antes a una oficina de la DHL en la capital del Chad para mandarlo por correo urgente hasta Duala.

Beleka, la mujer de Pierre Ngara, que están en Tatemoë en su primer año de formación, fue operada hace dos días en el hospital de Kyabé en una situación muy complicada. Fue operada a las 2 de la madrugada, el niño había fallecido. Ella perdió mucha sangre, pero tuvo la suerte de que su marido tiene el mismo grupo sanguíneo que ella. A Pierre le extrajeron dos bolsas de sangre y de momento han logrado salvarla. Hoy ha salido del hospital, y Kídana, la trabajadora social que acude a Tatemoë la ha acogido en su casita, que está camino de Tatemoë, para asistirla ella misma y acompañarla al hospital a las diversas revisiones. Todo un gesto por parte de Kídana.

Kyabé 3-12-20 (jueves)

Por fin he conocido hoy a Charles Danembe, el compañero que ha sido enviado a Kyabé para trabajar con nosotros. Es chadiano, tiene 38 años y llega con ganas de asumir las responsabilidades que le podamos ofrecer. Poco a poco iréis conociéndolo. O sea que nuestro grupo de casa contará desde ahora con Bop (34 años), Charles (38), Emile (33) Erbi (42) y yo (75). El primero estará solamente 6 meses en Kyabé, para continuar luego sus estudios.

Kyabé 4-12-20 (viernes)

Dos temas llevábamos entre manos en la visita que hemos hecho al Prefecto de Kyabé. El primero ha sido el del contencioso que Erbi tiene con el responsable forestal de Kyabé, a quien le pidió permiso por escrito para eliminar 6 árboles que impedían la preparación de los campos de deporte del nuevo colegio. El jefe forestal que ya había tenido un problema con Erbi hace dos años, le ha contestado con el precio que le exige para tal tala de árboles: 580.000 F CFA. El Prefecto propuso a Erbi que le diese una propina para que aceptase. Erbi decidió darle 20.000 F CFA, el forestal dijo que no aceptaba la propina, Erbi metió en un sobre 50.000 F CFA, y el forestal le devolvió el dinero para seguir con las espadas en alto. Hoy presentábamos al prefecto la reacción del forestal, para que nos diga lo que podemos hacer. Ha recogido el documento respuesta del forestal, y lo presentará al Gobernador que está de visita en N’Djamena para que medie en el asunto a su regreso a Sarh.

El segundo tema que le hemos presentado es el de la próxima llegada a Kyabé del contenedor con el material eléctrico para la instalación del instituto y el material agrícola para Tatemoë y demás proyectos. Nos parece importante que esté al corriente de este asunto para que no quedemos únicamente en manos del jefe local de aduanas.

Nos ha pedido que le demos una copia del “Paking List” (el listado de lo que llega en el contenedor) para comentarlo con el jefe de aduanas de Kyabé. Ya en el contenedor de hace dos años, tuvimos a un jefe de aduanas que nos impedía abrir el contenedor si no le dábamos la cantidad que nos pedía.

Kyabé 6-12-20 (domingo)

Nuestro gallinero está lleno de pollitos que con menos de una semana de vida corretean detrás de las tres ponedoras que andan de un lado apara otro de nuestro huerto, levantando hojarasca para mostrar cuán suculentos insectos esconde. Pero el ecosistema de Kyabé prepara al mismo tiempo el desarrollo de sus depredadores: tres nidos de milano se han instalado en las ramas más altas de nuestros grandes árboles vecinos. Los milanos han comenzado ya a sobrevolar nuestro patio preparando sus futuros vuelos rasantes sobre nuestro patio para hacerse con el botín. Nuestra única salvación está en el tirachinas de nuestro joven jardinero que ya ha conseguido ahuyentar los milanos y sus crías hacia otros árboles mas alejados. Pero volverán, lo tienen muy claro. Pero casi nos da más miedo la peste aviar que todos los años al comenzar la estación seca ataca los pollos y gallinas de Kyabé. Me han llegado noticias de que la gente se está preparando a bajar los precios de dichos pollos, pues prefieren obtener un bajo precio en el mercado ahora, que un animal muerto dentro de un mes, en plena epidemia.

Kyabé 7-12-20 (lunes)

Preparando la llegada del contenedor, estamos estudiando el mejor camino para acceder desde la carretera asfaltada hasta el colegio. El que parece el mejor itinerario, requiere un previo trabajo de allanamiento y desherbado que habrá que realizar antes de que llegue el contenedor. Además, muy cerca del lugar de descarga habrá que cavar un foso en descenso para que el camión oriente marcha atrás la parte trasera del contenedor de forma que la descarga del tractor pueda realizarse desde un nivel muy cercano al del suelo. Cuando esté vacío el contenedor, se podrá descender el contenedor del camión que lo ha traído, mediante el tradicional sistema de liberar al contenedor de los amarres que lo sujetan al camión y tirar con una gruesa soga, desde la base de un árbol grande cercano. El contenedor sufrirá una fuerte sacudida, pero sin peligro para el material transportado, pues estará ya vacío. En este momento el transportista podrá emprender el camino de regreso hasta Duala (Camerún)

Kyabé 8-12-20 (martes)

Una nueva desgracia ha caído sobre una familia de Kyabé. Su casa se ha incendiado, y de tres hijos que tenían, de 6, 4 y 2 años, se ha salvado el de 6 años, el de dos años está en el hospital con la espalda quemada y el de 4 años, ha sido encontrado carbonizado. Las casas con tejado de maderos y paja, son un cepo peligrosísimo cuando un golpe de viento proyecta briznas encendidas sobre la paja, desde un fuego cercano.

Mi amigo Pierre Mandei está acabando de construir una casita con dos habitaciones y tejado de chapa. “Estoy preparando mi casa para cuando la vejez me impida trabajar” me dijo el otro día. Le faltan 2000 ladrillos para concluir la parte alta de las paredes y como no tiene fondos suficientes, con ayuda de tres jóvenes está sacando tierra de una antigua termitera, para fabricar los tochos, secándolos primero al sol, para amontonarlos luego ordenadamente siguiendo el procedimiento local para fabricar un horno cubierto con una fina capa de barro. En un mes conseguirá tenerlos preparados.

Kyabé 9-12-20 (miércoles)

Acompañado por mi amigo Ganda Mbaribo visito la comunidad de Dô, un pueblecito a 6 km de Kyabé, en cuyas cercanías cultiva todos los años un terreno de cuya cosecha vive.

Me impresiona fuertemente la pobreza de esta pequeñísima comunidad campesina. Me acogen a la sombra de unos pequeños árboles. Han preparado un té rojo para obsequiarme, pero he renunciado a tomarlo pues les digo que este té tan concentrado, si lo tomo al atardecer luego concilio el sueño muy difícilmente. Sentados en aquel pequeño círculo hay dos ciegos, Alfonse de unos 40 años que no falla a la cita anual, y una mujer de mediana edad que se hace acompañar por alguien que tiene cerca. El tema que permite un intercambio es el tema básico de la cosecha de este año. El cacahuete ha dado buen rendimiento, pero el sorgo ha tenido mal resultado. Sé que tienen problemas con el agua en esta zona, y les pido de dónde obtienen el agua para beber. Un solo pozo hay en el poblado, un poco a las afueras, excavado en tierra, con el agua a 80 metros de profundidad, que sacan a mano con un pozal de fabricación local. Cada vecina acude al pozo con sus 80 metros de cuerda al hombro. Sería el equivalente, más o menos, de subir el agua hasta el último piso en un edificio de 25 plantas. Evidentemente, todas estas personas adultas, tan pobres, están siempre rodeadas de niños, cuya mirada es

siempre mucho más indefinida que la de los niños de pueblos mayores, como Kyabé. No tienen escuela, no tienen un dispensario cercano…

Kyabé 10-12-20 (jueves)

Esta vez la visita ha sido al poblado de Beko. A 20 km de Kyabé en una zona de inundación en la época de lluvias. Llama la atención la cantidad de terreno sin cultivar, antes de llegar al pueblo. Mi acompañante Ngossi Bani me dice que, al estar inundados estos terrenos durante varios meses, los campesinos saben que no pueden cultivarlos. Solamente en las cercanías del pueblo encuentran zonas no inundables. Nos reunimos con los adultos entre las casitas de paja, en una zona previamente bien barrida. Los hombres consiguen tener silla, pero las mujeres esteras tradicionales. Los niños, unos 80 salen de por todos los rincones. Un joven con pinta de maestro de pueblo, y con un librito de cantos en la mano los anima a cantar, para honrar a las visitas.

Kyabé 11-12-20 (viernes)

Al regresar a Kyabé después de mi habitual visita a los amigos de Tatemoë, Pierre Ngara me acompaña para detenerse ya cerca de Kyabé, en la casita de Kídana, donde está atendida su mujer. Mañana por la mañana, en una moto taxi la acompañará al hospital para la revisión postoperatoria. No se encuentra bien Beleka. Aquí el síntoma a declarar cuando alguien dice estar enfermo, es que no tiene apetito, y por tanto no come.

Kyabé 16-12-20 (miércoles)

Me avisó ayer Jean que hoy empezaban la última trilla de espigas de sorgo en Tatemoë. Esta mañana he programado una visita a Tatemoë con la cámara para sacar imágenes de esta promoción, pero ha saltado lo imprevisto: en el establo, los hombres estaban asistiendo al parto de una vaca. Estaba recostada en el suelo sobre un costado, mientras tres hombres anudaban las piernas del ternero que había sacado las dos piernas traseras. El animal venía de nalgas y encontraba una gran resistencia a seguir su camino hacia el exterior. Hasta cinco hombres han llegado a tirar de una especie de venda que anudaba las dos piernas del ternero. Me decían que ha comenzado el parto a las dos de la mañana y eran las 8 cuando he visto la escena.  Una de las características de los vacunos al tener el dolor del parto es que no mugen, pasan el alumbramiento en un silencio total. He ido a buscar una nueva cuerda al coche, que estaba a unos 200 metros y al regresar he visto a los que tiraban de las patitas que volvían del establo: algo había pasado. “Ha salido finalmente, pero el ternero estaba ya muerto” Una pérdida para nuestro rebaño de bueyes, PUES necesidad de renovación de la manada. No me imaginaba sacar imágenes hoy de un tal acontecimiento. He pasado luego por nuestra escuelita para grabar las siempre resultonas imágenes de niños en acción. Minutos más tarde los padres habían preparado ya las varas con las que empezaban a desmenuzar las grandes espigas de sorgo, a ritmados bastonazos en aquel grupo de 5 adultos, que en pocos minutos más, empezarían a derrochar sudor por su cuerpo, que se iba llenando del polvo de la trilla.

Kyabé 18-12-20 (viernes)

Al atardecer me sorprende una llamada telefónica en la que Nanga el maestro de Tatemoë me dice con cierta euforia “J’ai trouvé un nouveau-né » Es una expresión típica del francés chadiano, que traducido literalmente podría ser “He encontrado un recién nacido”, es decir: “He tenido un nuevo hijo” Al principio no entendía lo que me quería decir, pero luego me he acordado que su jovencísima mujer lucía una enorme tripa en Tatemoë. Me decía por teléfono, desde un barrio de Kyabé, que a las 4 de la mañana había nacido en el hospital de Kyabé, y que ahora, 12 horas más tarde quería regresar con ella y su nuevo hijo hasta Tatemoë, puesto que era el día de mi visita semanal. Así lo hemos hecho. Él ha venido a casa y me ha señalado el camino para ir en coche a buscar a su familia. Era el segundo hijo que tenían. Me ha explicado el padre que, por la noche, en Tatemoë, comenzó con los dolores del parto. Ha despertado a Jean Ngabo, que le ha facilitado la solución que necesitaba, pues por no molestarme a mí para ir en coche a buscarla, le ha pedido su vieja moto para llevarla él mismo hasta el hospital (7 Km)

Intrépida solución, que a la juventud de la pareja ha dado un resultado feliz.

La llegada a Tatemoë ha sido con la alegría habitual en estas ocasiones. Pero no podía olvidar que el sentimiento en una de aquellas casitas era de otro signo, de frustración, pues Beleca había tenido una cesárea con niño muerto. En pocos días Tatemoë se ha convertido en un escenario de lucha entre la vida y la muerte.

Kyabé 19-12-20 (sábado)

Mi ordenador que solo tiene dos años empieza a tener los síntomas de aparato viejo. He pensado con Emile, que controla mucho mejor que yo el tema de la informática, que tal vez tendría un resultado positivo si vaciáramos todo lo posible su disco duro. Así lo hemos hecho hoy, y algo de cambio sí he notado. Mi único problema es que se ha borrado el programa de Photoshop que tanto utilizaba. Paciencia. Ya cercana la Navidad, a las 9 de la noche en Kyabé, os deseo mucha paz y la alegría de estar haciendo aquello que mejor sabéis hacer: quereros. Un abrazo muy grande:  Manolo