Los rostros de Kyabé (2) Jean Ngabo

Jean Ngabo ha sido nombrado en muchos de los relatos sobre la vida de Kyabé, pues desde hace varios años es el responsable del Centro de Formación de Tatemoë. Con su atención continuada a las diversas generaciones de jóvenes parejas de agricultores del Departamento del Lac Iro ha adquirido una larga experiencia en el proceso de formación de dichas parejas a todos los niveles. Se da la circunstancia que junto a su mujer, Kinga Rachel, formó parte de la primera promoción de dicho centro de Formación. Hoy, tenemos la posibilidad de compartir con él sobre su experiencia.

Kyabeavanza: Fuiste alumno de la primera promoción de Tatemoë, ¿En qué año fue eso? ¿Con cuántos hijos acudiste a Tatemoë?
J. Ngabo: Muchas gracias. Soy Jean Ngabo, nacido en 1963 a Oulouboy en el sector Nah de la parroquia San Pedro Claver de Kyabé. Sentí la llamada de Dios cuando iba todavía a la escuela en 1999. Durante mis vacaciones, solía venir a Kyabé. Descubrí un día que el coro de la parroquia no tenia maestro de canto y decidí investirme en este servicio. Este servicio que era sólo de canto se convirtió en ayuda y acompañamiento spiritual de todo el grupo. Así, el 15 de octubre 1983 integré la escuela bíblica de Sibo que duró tres años. El 1 de noviembre 1989, fuí elegido para integrar el grupo de alumnos que iba a formarse este año a Tatemoë. Eramos 10 familias. En este momento, tenia 2 hijos. El primer año fue duro con la preparación de los campos y luego, en el segundo año, aprendimos mucho en la formación.
Kyabeavanza: Gracias, ¿Cuántos años hace que trabajas en Tatemoë como responsable de dicho Centro de Formación?
J. Ngabo: Mucho antes de llegar a Tatemoë como responsable, en 1997 me llamaron para ir a entrenar en Danamadji. Todavía estaba en formación diocesana en Rakena Danamadji. El 25 de diciembre de 1999 regresé a Rakena para el reciclaje de todos los catequistas de la diócesis de Sarh durante tres meses, desde enero hasta marzo de 2000. Durante el reciclaje en Danamadji, el Padre Armindo fue quien me preguntó: “cuando regreses al pueblo, quiero que seas responsable de Tatemoë, ¿Qué opinas?” Y dije que sí. Así que el 10 de abril de 2000 regresé a Tatemoë como responsable a la llamada del Padre Armindo.
Kyabeavanza: A tu juicio, ¿cuáles son los logros más importantes aportados por dicho Centro para la vida del Departamento del Lac Iro?
J. Ngabo: Son numerosos los logros aportados por este proyecto a la vida del departamento de Lac-Iro. En el campo pastoral, el centro de formación ha formado a 141 parejas y esto ya es algo importante en el departamento de Lac-Iro. Muchas comunidades de la región se desarrollan gracias a los alumnos de Tatemoë. Diversas actividades para el desarrollo están realizadas; especialmente en el ámbito de la educación y la salud; y todos eso gracias a ellos. El éxito aún más importante es la capacidad del centro a reunir y hacer cohabitar varios grupos étnicos. El pueblo Sara-kaba es un pueblo con diferentes idiomas, pero el centro logró unir a todos los grupos étnicos. El centro es un lugar de mestizaje que capacita a los jóvenes para que se conviertan en buenos agricultores, ganaderos, así como en el campo de la salud y la gestión.
Kyabeavanza: ¿Cuántos hijos has tenido? ¿Han pasado parte de su vida contigo en Tatemoë? ¿Dónde están ahora?
J. Ngabo: Sí, mis dos últimos hijos nacieron en Tatemoë. También hay otros que nacieron antes y que vinieron conmigo en Tatemoë. De los dos, uno nació en 2001 y el otro en 2007. En total tengo 7 hijos que pasan parte de su vida conmigo. Durante las vacaciones de navidad, semana santa y verano están conmigo, pero las otras veces están en otro lugar para estudiar. Actualmente, 2 están en Ndjamena, 3 en Sarh, 1 en Mongo y 1 en Goundi por lo que hay algunos que están en formación y otros ya terminaron.
Kyabeavanza: ¿Puedes contarnos algunas de las experiencias más positivas que has tenido en Tatemoë y las que más te han hecho sufrir?
J. Ngabo: La vida en Tatemoë presupone sin duda una diversidad de experiencias. En cuanto a las experiencias positivas vividas en Tatemoë, destacaré en primero, la convivencia a pesar de la diversidad cultural. Esta experiencia se entrelaza con una profunda experiencia de perdón que se establece a través de un sincero y verdadero compartir de los dolores y frustraciones de los demás. En segundo lugar, hablaré sobre el autoaprendizaje. Ser responsable supone apoyar la formación de los alumnos pero también una formación continua para poder dar una formación que responda a las necesidades reales y actuales. Como ejemplo en este sentido, podría mencionar por un lado la experiencia de una práctica de agricultura y ganadería un poco más moderna que la que había conocido hasta entonces. Esta experiencia se renueva cada día un poco más con los nuevos grupos de alumnos. Y, por otro lado, la experiencia en la gestión de recursos tanto humanos como económicos adquirida desde la dirección del Centro.
En cuanto a las experiencias dolorosas, están ligadas a nuestra propia condición humana. Podría hablar en este sentido de los desacuerdos con los alumnos que, aunque terminen, siguen siendo un gran dolor para mí. También agregaré la falta de voluntad de ciertos alumnos en el trabajo colectivo. Una actitud muy a menudo provocada por una mala cosecha. Es muy doloroso ver que después de mucho tiempo de trabajo, el producto recolectado no es suficiente para comer. Este tipo de situación puede crear una verdadera desesperanza en las personas.
Kyabeavanza: Es cierto que volveremos a la pregunta, pero ¿cree que es posible hacer algo para cambiar esta situación? Por ejemplo, dices que la tierra es mala, ¿valdría la pena un trabajo especial a este nivel? ¿Crees que la ayuda exterior podría ayudar particularmente en este nivel?
J. Ngabo: Sí, creo que para mejorar un poco la cultura habría que buscar los engrais. Pensamos en primer lugar en los fertilizantes químicos, pero solo porque aún no dominamos las técnicas de fabricación de fertilizantes naturales y ecológicos. El fertilizante adecuado ayudará a que las plantas crezcan y a enriquecer el suelo. Con la experiencia de los fertilizantes, creo que podemos lograr mejorar la cultura. La ayuda exterior ofrecida en esta dirección sería completamente beneficiosa para la producción agrícola.
Volviendo a la cuestión de las experiencias negativas, también está la situación de los alumnos que ingresan al centro sin depósito. Cuando surgen ciertos problemas durante su estancia en el centro, la situación de estos aprendices es muy dolorosa para mí como director del centro. De acuerdo con el reglamento del Centro, los aprendices deben ingresar al Centro con un depósito, ya sea en especie o en efectivo. Este depósito debe ser la base de los fondos que el centro completaría para ayudar al estudiante en situaciones difíciles, como es el caso de una enfermedad. Pero muchos alumnos llegan al centro sin un depósito porque creen que el centro les proporcionará todo lo que necesitan.
Kyabeavanza: ¿No cree que esta situación se debe al hecho de que los alumnos no están suficientemente informados sobre la situación del Centro antes de su llegada?
J. Ngabo: No lo creo. Los alumnos y las localidades de origen están bien informados de la situación. Se comprometen a apoyar a los alumnos cuando vengan, pero al final no se hace nada por el estilo. Los alumnos quedan a su suerte, sin la ayuda de su comunidad, cuando llega el momento de integrarse al centro. Es una situación compleja y dolorosa para ellos y para nosotros.
Kyabeavanza: Gracias. Tatemoë es una referencia importante en el Departamento del Lac Iro. Todos sabemos que Tatemoë es el único superviviente de los 7 centros de formación para familias de jóvenes agricultores que funcionaban hace 8 años en el sur del Chad. Si todavía puede funcionar Tatemoë, es gracias a la ayuda exterior. En este momento se autofinancia en un 39’8%, que es el coste de la alimentación de las parejas que allí se forman: comen de lo que ellos cosechan. ¿Crees que sería posible llegar a un autofinanciamiento total? ¿Por qué?
J. Ngabo: No creo que sea posible lograr la autofinanciación del centro Tatemoë. No creo que el centro pueda lograr su autofinanciamiento sobre todo si se mantiene como un centro de formación. Creo que en la medida que sea un centro de formación, Tatemoë siempre va a necesitar ayuda exterior. El centro podría ser convertido en un centro de producción; sólo entonces podríamos, aunque sea sin ninguna certeza, imaginar que puede lograr su autofinanciamiento.
Kyabeavanza: ¿Cuál es el problema más importante del terreno actual de Tatemoë con sus 106 hectáreas de superficie?
J. Ngabo: Los problemas más importantes de Tatemoë son numerosos, pero puedo hablar de cuatro que considero muy importantes. En primer lugar, la tierra de Tatemoë es pobre. Ya que llevamos 30 años trabajando en la misma tierra sin parar por lo que ahora la tierra es pobre. Vinculado a esta pobreza de la tierra tenemos, en segundo, las estrigas que crecen en todas partes. El tercer problema surge cuando empieza la temporada de lluvia. Por ejemplo, este año, hubo una gran cantidad de lluvia; por lo tanto, el agua estaba por todas partes y destruyó muchas plantas terrestres. Por último están los pájaros, que ahora están destruyendo los campos. Así se resumen los problemas que afectan a la tierra de Tatemoë: la tierra es pobre, la inundación por lluvias, las estrigas y las aves.

TATEMOE-KYABE-AVANZA

Kyabeavanza: ¿Tiene sus ventajas estar cerca de un río, o ello supone nuevos inconvenientes? ¿Por qué?
J. Ngabo: La única ventaja que veo es que durante los tres meses de la temporada de lluvias, los alumnos del Centro pueden tener pescado fresco. Dejando al lado esta ventaja, hablaré más de desventajas que de ventajas. En primer lugar, cabe mencionar las numerosas enfermedades que se deben a la proximidad del río. Los alumnos que llegan a Tatemoë no son costeros, vivir cerca del río supone una nueva realidad que los hace vulnerables a diversas enfermedades. En segundo lugar, hay que destacar que, con la llegada de las lluvias, los caminos que conducen a Tatemoë son poco transitables debido al desbordamiento del río y que también el centro se encuentra completamente inundado.
Kyabeavanza: ¿Se trabaja en la formación permanente de los que han pasado por Tatemoë? ¿Qué acogida tiene dicha iniciativa?
J. Ngabo: Sí, existe un programa de formación permanente para antiguos alumnos del Centro. De hecho, este programa existe desde hace casi 10 años. Se divide en dos etapas: una reunión anual de antiguos alumnos de 3 días y otro de 8 días que tiene lugar cada 2 años. Este último tiene lugar al finalizar la formación de la promoción presente en el centro. El programa tiene una buena acogida ya que en él participan varios antiguos alumnos.
Kyabeavanza: La actual promoción ha sido la más corta de la historia de Tatemoë. ¿Por qué?
J. Ngabo: Creo que la reducción de la promoción actual en Tatemoë se puede explicar de varias formas. Primero, hablaré de la mala publicidad que se le da a Tatemoë. Algunas personas hablan negativamente sobre tatemoë. Afirman que la tierra es pobre y que ir allí es salir aún más pobre de lo que uno ya es. De hecho, la mayoría de los alumnos que regresan de Tatemoë no destacan ninguna de las nuevas prácticas agrícolas que han aprendido. También hay la fama de rigoroso que tengo como responsable del centro. La gente dice que soy severo, complicado y muchas otras cosas. Toda esta mala publicidad y también que algunos alumnos que regresan de Tatemoë salen a vivir en extrema pobreza… son tantas cosas que no están animando a la gente a ser alumnos de Tatemoë. Cabe agregar que el centro anteriormente proporcionaba a sus alumnos unos bienes materiales que hoy ya no existen. También existe la falta de apoyo y acompañamiento de las localidades de donde proceden los alumnos. Los alumnos y sus familias deben buscarse la vida ellos mismos, tanto cuando llegan por la formación como cuando regresan a casa.
Kyabeavanza: Usted acaba de decir que uno de los principales problemas que tiene Tatemoë es que los alumnos que se capacitan allí no ponen en práctica lo que han aprendido en términos de agricultura moderna. ¿No cree que el motivo de esta situación es la falta de apoyo y seguimiento? Ellos aprenden la agricultura moderna con técnicas y herramientas particulares, vuelven a casa y encuentran las viejas herramientas y técnicas de la agricultura que querían sustituir. ¿No crees que es porque no han logrado los medios necesarios para poner en práctica esta agricultura moderna cuando regresan?
J. Ngabo: Sí, sobre este problema hay dos respuestas. La primera respuesta es que obviamente hay una falta de materiales que se siente. Por ejemplo, el que no tiene bueyes, no puede practicar arar la tierra con el uso de bueyes que tuvo la oportunidad de aprender en Tatemoë. La segunda respuesta se refiere exactamente a lo que acaba de plantear; falta de seguimiento. Los antiguos alumnos de Tatemoë no son monitoreados. No son monitoreados porque no hay programa de monitoreo por parte del centro y esto simplemente porque no hay medios necesarios para hacerlo. Recuerdo que, en mi tiempo hubo un seguimiento. Cuando nosotros acabemos Tatemoë en 1992, había una organización de desarrollo (BELACD) conectada con el centro que se encargaba de seguirnos en las comunidades locales y se aseguraba, con materiales de apoyo, que los métodos y técnicas aprendidas en Tatemoë se aplicasen. Hoy, eso a desaparecido. Así que, en definitiva, es cierto que tenemos un problema real de seguimiento.
Kyabeavanza: ¿Qué futuro ves para dicho Centro de Formación? ¿Seguirá teniendo aceptación o se irá apagando el interés por pasar por dicho Centro? ¿Por qué?
J. Ngabo: Creo que el centro Tatemoë puede seguir beneficiándose del interés que despierta en su formación. Sin negar las penurias que enfrenta, debemos reconocer que ha aportado mucho a la gente que vive en el departamento de Lac- Iro. En cuanto a números, ha participado hasta ahora en la formación de 141 parejas, que, en la medida de sus posibilidades, son verdaderos motores de desarrollo.
Kyabeavanza: Con todos los problemas que mencionaste, Si tuvieses que empezar de nuevo ¿qué propondrías cambiar? ¿Por qué?
J. Ngabo: Con todos los problemas mencionados, si el proyecto del centro tuviera que reiniciarse, destacaría la creación de un programa de seguimiento para los alumnos que abandonan Tatemoë. También se debe considerar la posibilidad de mejorar el aspecto productivo del centro, manteniendo al mismo tiempo su carácter de centro de formación. El centro debe invertir en una producción agrícola propia e independiente de la de los alumnos. Los ingresos de dicha producción podrían servir de apoyo a los alumnos en cuanto a los gastos básicos y garantizar al centro un mayor porcentaje de autofinanciamiento.
Kyabeavanza: Estamos casi al final de nuestra entrevista con usted, señor Jean Ngabo ¿Alguna cosa quieres añadir para quienes siguen apoyando desde España esta iniciativa para el desarrollo de nuestro Departamento?
J. Ngabo: En primer lugar, agradecer por la oportunidad que nos brinda de presentar el Centro de formación Tatemoë. Lo que me gustaría decirles a quienes nos apoyan desde España es ante todo enviarles nuestro más sincero agradecimiento. Les agradecemos su disposición a continuar apoyándonos durante más de 30 años. A pesar de las dificultades que se tienen, este Centro es muy importante para el desarrollo de pequeñas comunidades y localidades del departamento de Lac- Iro. Es importante que no se desanimen en su deseo de apoyar este proyecto de ayuda al desarrollo representado por el centro de formación de Tatemoë. Que Dios les dé la fuerza para seguir apoyándonos. Gracias.
Kyabeavanza: Que Dios te dé también la fuerza para seguir sirviendo al centro como responsable. Gracias Sr. Jean Ngabo.

Entrevista realizada por Emile Agbede, coordinador Proyecto Kyabe AVANZA en el Chad.