Los rostros de Kyabé (3) Ngamada Honoré

Seguimos con nuestra serie de entrevistas de los rostros que consideramos muy importantes para los proyectos de desarrollo que tenemos en esta zona. La persona que hemos decidido entrevistar hoy es Ngamada Honoré.

El es responsable del taller de Formación de carpinteros de Kyabé. Fue alumno carpintero de Ignacio Anzizu cuando éste decidió emprender la tarea de iniciar a los jóvenes de la zona en el oficio de la carpintería hace ya más de 30 años, cuando comenzó a organizar cursos básicos de carpintería, en diversos pueblos del Departamento del Lac Iro. Hasta que se decidió a crear el taller de Kyabé, con la ayuda de la Fundación Heres, de Barcelona.

Kyabeavanza: Señor Ngamada Honoré, buenos días.

Ngamada: Buenos días.

Kyabeavanza: Naciste en Helli-Bongó que está a 80 Km de Kyabé. ¿Cómo fue que viniste a vivir a Kyabé?

Ngamada: Muchas gracias. Soy Honoré Ngamada, tengo ya casi 60 años. Vine a vivir a Kyabé porque fui admitido a un concurso de carpintero iniciado por Ignacio Anzizu en 1999. Ignacio inició esta formación en Boli en 1978 y luego en Les Rhoniers. En el momento de mi admisión, Kyabé fue el lugar elegido para la formación. Así, llegué a Kyabé junto con otros para hacer una practica de 2 semanas y luego hacer un test de admisión. Fuimos unas 26 personas al inicio, y al final quedamos 7. Después de diferentes prácticas, quedamos 4 admitidos para la formación que duró un año. Al acabar esta formación, Ignacio me pidió quedarme como formador en el taller de Kyabé. Así, me mudé aquí, a Kyabé.

Kyabeavanza: ¿Cuándo conociste a Ignacio Anzizu y dónde empezaste a aprender de él el oficio de carpintero?

Ngamada: Mi primer encuentro con Ignacio fue en Helli-Bongó en 1984. Helli-Bongó, mi pueblo se encuentra a lado del río Chari. Durante la temporada de lluvia, el único medio para cruzar era con una barcaza. Encontré a Ignacio cuando le ayudé a cruzar un día en la barcaza y luego lo llevé hasta su destino con mi bicicleta. En este momento, trabajaba como aprendiz en un pequeño taller de ropa. Ignacio se dio cuenta que yo era hábil con las manos y me propuso aprender también la carpintería.

Kyabeavanza: Dicen que eres el mejor carpintero de Kyabé.  ¿Es verdad o no se lo oyes decir a nadie porque te tienen envidia?

Ngamada: Ser el mejor, uno mismo no lo puede decir sino la gente para quien trabajas. Un bailarín que baila no sabe si baila bien o no. Son los que miran que pueden decir algo al respecto. Como carpintero me gusta el trabajo bien hecho y respondo a las necesidades de los clientes de forma rigurosa. Creo que eso es lo que lleva a la gente a decir que soy el mejor carpintero de Kyabé.

Kyabeavanza: ¿Te gusta el oficio o trabajas en él porque es una forma de ganarte la vida?

Ngamada: La base para dedicarse a un oficio durante un largo tiempo es amar este oficio. Es únicamente cuando te gusta lo que haces que puedes darte completamente y con rigor a ello y sobre todo, seguir haciéndolo aunque encuentres dificultades. No niego que las dificultades de la vida pueden llevarlo uno a elegir un oficio más para ganarse la vida que por vocación, pero no es mi caso y no creo que sea posible hacerlo durante un largo tiempo.

Kyabeavanza: ¿Qué es lo más duro de este oficio y qué es lo que te da mayores satisfacciones?

Ngamada: Todo oficio tiene sus dificultades; sin embargo, cuando uno lo hace con amor y toda su voluntad, supera todas las dificultades. He elegido este oficio y decidí dedicarle toda mi vida y desde ese momento no me han detenido las dificultades. Mi oficio es todo lo que me preocupa. Cómo realizarlo mejor es lo único que cuenta. Mis satisfacciones nacen de allí, de un trabajo bien hecho.

Kyabeavanza: La materia prima para este oficio tuyo es la madera ¿Hay suficiente madera en Kyabé para aquellos que quieran trabajar como carpinteros?

Ngamada: Kyabé se encuentra en la zona forestal, por lo tanto, hay mucha madera aquí. De hecho, los primeros edificios que se construyeron aquí se hicieron usando la madera de la localidad. Cuando creció el número de carpinteros, se empezaron a cortar los gran árboles. Esta actividad de desertificación ha durado más de 40 años. El taller de carpintería “Compagnons Menuisiers” nació con la vocación de poner fin a esta practica.

Los primeros carpinteros cortaban los arboles grandes; los agricultores cortaban los pequeños y los pastores destruían los árboles sin distinción para dar de comer a su ganado. La practica era quemar los árboles que habían sido destruidos por los agricultores y los pastores, lo cual fue una gran pérdida para el país. Ante esta situación, los que fundaron el taller “Compagnons Menuisiers” decidieron usar esta madera ya muerta, que se quemaba, para construir diferentes cosas:  materiales agrícolas, materiales de carpintera, puertas, sillas, etc. Ahora, aquí en Kyabé, se acabó la madera local. Estamos obligados a comprar la madera en países vecinos como Camerún, Centroáfrica, etc.

Kyabeavanza: La gente entierra ahora a sus muertos con ataúdes de madera. ¿Desde cuándo se hace así? ¿Cómo se enterraba antes?

Ngamada: Antes en el país Sarakaba, los muertos se enterraban con la piel de animales. Con el tiempo se añadió a la piel, la sábana y la “natte” (estera tradicional). La gente entierra ahora a sus muertos con ataúdes de madera. Enterrar a sus muertos así es una práctica que los Sarakaba copiaron de otros pueblos del país. Es un problema porque no hay tanta madera como antes.

Kyabeavanza: Cuando no hay un curso de formación ¿encuentras trabajo de carpintero en Kyabé? ¿Qué es lo que más pide la gente?

Ngamada: El objetivo del taller de carpintería “Compagnons Menuisiers” es dar una formación al servicio del desarrollo rural, sobretodo en los lugares dónde no hay carpinteros. Se trata, con esta formación, de crear pequeños talleres de carpintería autosuficientes en todas las localidades del departamento del Lac-Iro. Luego se extendió la formación en todo el Moyen-Chari. Al principio, daba una formación de dos semanas. El precio que recibía de esas dos semanas de formación era suficiente para hacerme vivir. Hoy la cosa ha cambiado. Temo la muerte del taller de carpintería “Compagnons Menuisiers”. Hoy el taller depende de un comité de gestión y este comité exige algunas cosas que son difíciles de realizar. La verdad es que estoy pensando dejar el trabajo en el taller, porque ya no estamos en un taller de formación como antes, sino más bien en un taller de comercialización.

Hoy el nuevo comité de gestión me pide 10,000 fcfa (17€) cada mes por lo que produce el taller. Lo convierte el taller de formación en un taller de comercialización. Es una situación insostenible para mí. Temo que cuando el Estado descubra que este taller se ha convertido en taller de comercialización, me pide pagar algunas tasas como comerciante. La verdad es que no tengo el dinero necesario para hacerlo porque vivo de lo que produzco.

Desde la creación de este taller, ningún material de este taller ha sido cambiado. Trabajo en el taller, usando lo que gano para mantener el material y el edificio. Sin embargo, el comité de gestión quiere este dinero que suelo usar por el mantenimiento. Creo que detrás de esta voluntad del comité de gestión se encuentra un deseo perverso de usar el dinero para el provecho propio de sus miembros. Seguir así, condena el taller a desaparecer.

Hace diez meses que no recibo ningún encargo del comité de gestión o de la ciudad. Hoy en día, existen muchos talleres de carpintería en la ciudad de Kyabé, que además usan la madera fresca en su trabajo y venden sus productos a unos precios más bajos que los míos. Al final, se me encarga únicamente algunas cosas que no me permiten dar de comer a mi familia y a la vez pagar lo que me pide el comité de gestión. Estoy esperando el final de mi contrato con el comité de gestión para dejar la gestión del taller de carpintería. Así, alquilaré el taller únicamente cuando tenga un encargo y nada más.

Kyabeavanza: ¿Cuántos hijos tienes? ¿Les has enseñado el oficio de carpintero?

Ngamada: Puedo hablar de mis hijos con alegría. Tengo 13 hijos y tengo también hijos de algunos padres conmigo; ahora son seis. Todos están trabajando conmigo en el taller cuando no tienen clases. En este sentido, todo los que viven conmigo aprenden algo de carpintería. Un ejemplo que puedo daros es el de uno de mis hijos que es juez y trabaja en el norte del país. Cuando se instaló allí, me llamó para pedirme los materiales para construirse un pequeño taller de carpintería. Hoy en día, arregla el mismo todo lo que en su vida diaria necesita de un carpintero.

Kyabeavanza: ¿Cuántos alumnos has tenido, que trabajan hoy como carpinteros en el sur del Chad?

Ngamada: Empecé a formar a gente desde 1994. Además del taller “Compagnons Menuisiers”, estuve formando gente en los centros de formación de Rakina, de Silanmbi en Moïsala, de Bendana en Bejondo y de Ngaro en Koumra. De todos esos grupos, únicamente los que fueron formados aquí en el taller “Compagnons Menuisiers” son los que han logrado abrir su propio taller. Así que tenemos talleres de antiguos alumnos en Massakaba, Boli, Kinda, Baltouboy, Soubo, Kidjôkadji y Oulouboy. Hasta hoy, todos esos talleres siguen abiertos con gente trabajando y algunos de ellos recibiendo y formando alumnos jóvenes. Muchos de ellos me piden hacer un seguimiento de sus trabajos, pero no tengo los medios necesarios para hacerlo.

Kyabeavanza: El chadiano tiene mala fama como administrador, para ti ¿cuál es el secreto para ser un buen administrador y para hacer que un proyecto no fracase?

Ngamada: Para ser honesto, diría que tuve mucha suerte de seguir unas clases de gestión contable aplicada a mi trabajo con un colaborador francés de Ignacio Anzizu durante 3 años. Siempre he aplicado lo que me enseñaron y me ha ayudado a gestionar el taller hasta hoy. Hoy en día, los jóvenes no quieren aprender algunas nociones de gestión a la vez que la formación de carpintero. Creen que es una perdida de tiempo. Se entiende entonces que algunos acaban siendo malos administradores.

Kyabeavanza: Los árabes que llegan del norte se van instalando en Kyabé ¿Por qué crees que los sará-kabá tienen más problemas para abrirse camino en la vida de Kyabé que los árabes que vienen de afuera? ¿Te atreves a dar una explicación?

Ngamada: Los Sará-kabá no rechazan la idea de convivir con los árabes. Son los árabes que llegaron, no tanto para convivir con los demás, sino más bien para generar conflictos. Sabemos que la destrucción de un campo puede ser algo involuntario en algún caso. Sin embargo, con los árabes, en la mayoría de los casos es una destrucción provocada. Mirad lo que hacen los árabes: un árabe llega con su ganado al campo de otro y estando al lado deja al ganado destruir el campo. Y cuando el propietario del campo intenta hacer algo, la situación se convierte en una lucha violenta. Con eso, está claro que no son los Sará-kabá que rechazan a los árabes sino ellos, que no quieren convivir con los primeros. Se presenta difícil la convivencia. Ahora los que sufren son los Sára-kabá pero creo que en el futuro serán los hijos de los árabes quienes van a sufrir estas situaciones.

Kyabeavanza: Deseamos que puedas seguir trabajando como carpintero durante muchos años más.

Ngamada: Hace ya casi 30 años que trabajo en el taller y creo que no me voy a quedar mucho más tiempo. Hasta ahora, busco a alguien a quien debo formar para sustituirme, pero no lo encuentro. Me dijeron que el comité de gestión se encargará de encontrar esta persona, pero hasta ahora hay silencio total sobre el tema. Creo que dentro de 5 o 6 años tendré que dejar el trabajo y descansar. Podría seguir ayudando como consejero, pero ya no como responsable del taller de carpintería.

Kyabeavanza: Muchas gracias señor Ngamada. Estamos casi al final de nuestra entrevista con usted, ¿Alguna cosa quieres añadir para quienes siguen apoyando desde el exterior esta iniciativa para el desarrollo de nuestro departamento?

Ngamada: Ante todo quiero agradecer a los que me ayudaron a mi y a otros en nuestra formación y que sigan acompañando al taller en su proyecto de formar a los jóvenes para que sean iniciadores de desarrollo en el departamento. Que no se desanimen y que sigan creyendo en este proyecto de formación. Aunque no son muchos los que llegan para formarse, tenemos esperanza que los que lleguen puedan ser con el tiempo inspiradores para otros.

Kyabeavanza: Esperamos que tengas la fuerza para seguir formando a los jóvenes en este taller de carpintería. Gracias Sr. Honoré Ngamada.