Un saludo a todos desde Kyabé (Chad), esta querida población de 18.000 habitantes al sur del desierto del Sáhara.
Estamos lanzando esta página web y quiero expresaros los sentimientos que todos tenemos al hacerlo en un momento como éste, tan delicado para la población mundial y para la economía que está repercutiendo de manera especial entre los más pobres. Es de una especial osadía el atrevimiento de lanzar este medio de comunicación en este momento tan delicado. El proyecto solidario que hemos puesto en marcha se gestó bastante antes de la crisis, y a él se apuntaron hace dos años muchas personas de buena voluntad. Sabemos que son numerosos los proyectos solidarios que claman ayuda desde múltiples lugares de esta maltratada África. Nosotros, desde “KYABÉ AVANZA” no somos más que una pequeña semilla, que desea crecer y dar frutos abundantes en este rincón del Chad donde hemos decidido plantarla. Los campesinos del Departamento del Lac Iro donde se encuentra Kyabé, no han tenido nunca la posibilidad de pensar en un futuro distinto al de la precariedad del trabajo de la tierra donde han nacido. Este proyecto que abarca muchas facetas del desarrollo integral de los habitantes de la zona, ha implicado desde hace años a una comunidad de jesuitas de la PAO (Provincia de África Occidental) que abarca 14 países, en los que se lleva desde hace años una importante labor de concienciación y humanización en la región subsahariana. Desde la parroquia S. Pedro Claver, en Kyabé, estamos animando este múltiple proyecto. El Instituto Politécnico es el subproyecto más joven y también más ilusionante, por la posibilidad que podrá dar, dentro de unos años, al nacimiento de una generación de chicos y chicas con una nueva forma de vida y trabajo que repercutirá sin duda en el desarrollo de la región.
La web que estamos abriendo ahora con el esfuerzo de tantos hombres y mujeres solidarios intenta ser un puente que rompa distancias, aumente el mutuo conocimiento, y nos haga más cercanos. No quisiéramos que fuese solamente una pasarela, que el paso del tiempo pueda desmontar fácilmente, queremos que sea una construcción duradera que, con la desaparición de un miembro u otro, encuentra el relevo fácilmente en otros que vienen detrás, que impulsados por el espíritu inicial refuercen de manera práctica y concreta la gran utopía de la fraternidad.
Un abrazo a todos, Manolo Fortuny.